Revisa la compra de tu primer coche
La compra de un coche es una de las mayores inversiones que haremos en nuestra vida, con mucho en juego a nivel económico.
La vertiginosa variedad de coches nuevos y de segunda mano que ofrecen los concesionarios, los vendedores particulares y las casas de subastas puede hacer que la compra de un coche sea confusa incluso en los mejores momentos.
Si nunca has comprado un coche, el proceso puede parecer aún más desalentador.
Esta guía pretende ayudar a los que compran un coche por primera vez a entender mejor el proceso de compra y a dar los pasos necesarios para tener su primer coche.
Establecer un presupuesto
El primer paso para comprar un coche nuevo es establecer un presupuesto. Sé flexible, pero ten siempre un precio máximo y asegúrate de respetarlo.
Asegúrate de que tu precio máximo incluye todos los extras, como los costes de circulación (por ejemplo, el impuesto de matriculación, el seguro y la entrega en el concesionario).
También tendrás que asegurarte de que puedes pagar los costos de funcionamiento y mantenimiento del coche que quieres.
Un coche manual suele ser más barato que uno automático y su mantenimiento es menor, mientras que los coches de gasolina suelen ser más baratos de comprar y mantener que los diésel.
También debes tener en cuenta el tamaño del coche. Si tienes una familia, es poco probable que un coupé de dos puertas sea adecuado.
En su lugar, puede que tengas que considerar un sedán, que probablemente sea más caro.
También hay que tener en cuenta el costo del combustible a largo plazo. Aunque los vehículos diésel pueden ser hasta un tercio más eficientes en cuanto al consumo de combustible, el ahorro queda casi anulado por el hecho de que el diésel es más caro que la gasolina.
También hay que tener en cuenta el costo continuo del mantenimiento. Ten en cuenta que el mantenimiento de ciertas marcas y modelos es más caro que el de otras (por ejemplo, los coches europeos de lujo).
Piensa para qué vas a utilizar el coche y decide qué características son las más importantes.
¿Conducción todoterreno o llevar a los niños al colegio? ¿Potencia del motor o ahorro de combustible? ¿Seguridad o compacidad?
Enumera todos tus criterios y priorízalos; intenta no dejar que la emoción se cuele en tu toma de decisiones.
Venta privada vs. concesionario
Una vez que hayas decidido comprar un coche, las siguientes decisiones que tendrás que tomar es dónde comprarlos y revisar que tenga un seguro de auto.
Los concesionarios suelen ser la opción más segura, sobre todo si se trata de un vehículo usado.
Esto se debe a que los concesionarios autorizados están obligados por ley a ofrecerte una garantía sobre el coche y una póliza de seguro.
Si algo va mal con el coche dentro del periodo de garantía o del kilometraje (lo que ocurra primero), el concesionario estará obligado a arreglarlo sin coste adicional para ti.
Además, los concesionarios suelen ofrecer financiación, lo que te permite pagar el coche a lo largo del tiempo. La mayoría estará encantada de aceptar tu viejo coche como pago para ayudar a compensar el precio.
Los vendedores privados no tienen “gastos generales”, lo que significa que suelen estar dispuestos a vender el coche por mucho menos.
El inconveniente es que no están obligados a decirte, por ejemplo, si el coche tiene alguna deuda.
A diferencia de los concesionarios, los vendedores particulares no están obligados a ofrecer garantías que te cubran en caso de que las cosas vayan mal con el coche.
De ahí que debas acudir a un mecánico independiente para que realice una inspección del coche antes de la compra.
Los coches suelen ser más baratos en las subastas, pero el riesgo de comprar un “limón” es mayor.
Esto se debe a que es poco probable que tengas la oportunidad de inspeccionar a fondo o probar el coche antes de hacer la oferta ganadora.
Seguro de auto
Te recordamos que es necesario revisar que tu paquete de compra tenga un seguro de auto que se adapte a las necesidades, porque la mayoría de las veces si se agrega una póliza de seguro, pero no cubren por ejemplo daños a terceros o el robo del vehículo.
Las opciones de cobertura más comunes son: la básica que cubre a tu auto de algún choque, la media que cubre los gastos de daños a terceros y la cobertura amplia que cubre las dos anteriores pero a demás la perdida total de tu auto.
